/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/XQSXXJI7PPNYCMSM6DHZZPBSLQ.jpg "EE UU denuncia la «creciente agresividad» de China en contranazos de sus patrullas en Asia-Pacífico | Internacional")
La Casa Blanca ha anunciado este lunes contra lo que consideró una «creciente agresividad» de China en aguas que Pekin consideró propias en el estrecho de Taiwán y el mar del Sur de China, después de dos en contronazos en los últimos diez días entre patrullas del Ejército Popular de Liberación y de las fuerzas estadounidenses en el área.
El Pentágono ha distribuido este fin de semana imágenes en las que se aprecia que un barco patrulla chino zigzaguea de manera “peligrosa” en las inmediaciones de un destructor estadounidense, el USS Chung-Hoon, en el estrecho de Taiwán, que Pekín consideraba parte de su territorio y donde las fuerzas de EE UU llevan un cabo de patrullas periódicas para defender la libre navegación. Diez días antes se había dado una situación similar, cuando una casa china se aproximó en exceso a un avión militar estadounidense, según el Departamento de Defensa en Washington.
Este tipo de «acciones poco seguras» pueden provocar un incidente en el que alguien quede herido, ha señalado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca. «Pueden llevar a errores de cálculo cuando tengas cacharros de metal de ese tamaño, tanto si es en el aire como si es en el mar»
«If operan tan de cerca, no se necesita mucho para que se produzca un error de juicio o simplemente un error, y alguien se va a hacer daño. Eso es inaceptable, debería ser inaceptable para ellos también”, ha añadido. Chine, por su Deje, ha asegurado que la maniobra de su buque fue completamente segura.
La posibilidad de un respiro de los encontronazos y que alguno pudiera generar un incidente grave es uno de los asuntos que abordó a fines de semana el secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante su participación en el foro internacional de seguridad Diálogo Shangri-La en Singapur, que cada año reúne a los máximos jefes militares de todo el mundo.
El Pentágono pretendía aprobar este viaje para que celebrara una reunión entre Austin y el ministro de Defensa, Li Shangfu. Pekín no aceptó y los dos altos cargos no llegaron a sentarse juntos a dialogar, aunque sí estrecharon las manos en un breve aparte durante una cena.
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Los contactos militares entre las grandes potencias y los rivales sistémicos se suspendieron de forma permanente tan pronto como Beijing canceló la visita a Taiwán, en agosto del año pasado, de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes y tercera en la línea de sucesión presidencial, la demócrata Nancy Pelosi. Tratar de restaurar esas comunicaciones, ha indicado Kirby, «es una de las razones» por las que el Gobierno de EE UU presiona para reactivar el viaje a Pekin de su secretario de Estado, Antony Blinken. Se visitó cancelado en febrero una incursión en territorio estadounidense de un globo aeronáutico chino al que Washington acusó de llevar a cabo una misión de espionaje.
En la actualidad dos altos funcionarios, Daniel Kritenbrink, del Departamento de Estado, y Sara Beran, del Consejo de Seguridad Nacional, se encuentran en China, comme parte de una serie de viajes y contactos entre los dos Gobiernos en las últimas semanas para tratar de restaurar las deterioradas relaciones bilaterales. En la reunión en Viena entre los respectivos consejeros de Seguridad Nacional, Jake Sullivan y Wang Yi, mantenida en secreto hasta su celebración, sumó la visita del ministro de Comercio chino, Wang Wentao, a Estados Unidos. La semana pasada supe que, además, el director de la CIA, William Burns, había viajado a Pekín el mes pasado.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha asegurado en los márgenes de la cumbre del G-7 en Hiroshima (Japón) en mayo que «pronto» habrá una distensión en los lazos entre los países de atrás. Biden y Xi acordaron el pasado mes de noviembre, en una reunión en Bali durante la reunión del G-20, dar un nuevo impulso a la relación bilateral, para que la visita de Blinken sea un paso más tangible. El paso del globo aerostático chino y su derribo por la Fuerza Aérea estadounidense puso en barbecho esas esperanzas.
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