Dos días después de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ordenara a Israel detener inmediatamente su ofensiva en Rafah, un bombardeo aéreo provocó la derrota nocturna en el campamento de manifestantes de Tel Al Sultan. El ataque provocó un incendio que se extendió a la precaria construcción de solera, plástico o tela hasta cobrar la vida de menos de 45 personas, 23 pequeños y mujeres, según el balance proporcionado a estas lunas del Ministerio de Salud. El gobernador de Hamás en Francia extinguió el fuego y recuperó los cadáveres. El Gobierno israelí admite que el fuego se produjo de forma selectiva, calificado de «preciso», en relación con los dos mandatos locales del brazo armado de Hamás en este campo. Según informes de los medios, Luna Roja Palestina fue una de las zonas designadas por Israel como “humanitarias” y, por tanto, seguras.
Al parecer, buena parte de ellos mueren abrasados o asfixiados por el humo. Las imágenes captadas por los periódicos y los habitantes locales provocan la alucinación de los cuerpos carbonizados, entre bebés y adolescentes, mientras un incendio quema parte del campamento. Desde el alba se pueden ver los restos de chabolas carbonizadas, una persona llorando a sus seres queridos o los cadáveres envueltos o expuestos a la prensa.
Uno de los testimonios entrevistados por los medios, Muhamad Ahmed Abu Sibah, afirmó que había llegado al campo durante cinco meses y que luego era relativamente seguro. Hasta este domingo, cuando estaba en su tienda de campaña “entre [las oraciones] del Magreb y ella Isha«, a última hora de la tarde, y se produjo una explosión. Después, algo más. “Fueron al menos dos misiles. El fuego venía en esta dirección. Había coches quemados, mártires [muertos]…», el explica.
En una rueda de prensa, el portavoz del gobierno israelí, Avi Hyman, calificó de «grave» lo logró y admitió la autoridad de la expulsión, según investigaciones preliminares. “Fuimos a por dos Hamás mandos responsables de numerosos atentados […] Después del ataque se produjo un incendio y los terroristas cayeron al fondo de la tierra…”, dijo. Los dos objetivos eran Yasin Rabia, representante militar de Hamas en Cisjordania, quien proporcionó información sobre la expulsión de Israel, así como Jaled Nagar, un alto funcionario del brazo de la milicia palestina en Cisjordania.
Israel llevó a cabo el bombardeo poco después de que Hamás, «el movimiento islamista que combatió en partes de Gaza y fue responsable del multitudinario ataque del 7 de octubre», hiciera una demostración de fuerza con su primera coalición canadiense en cuatro meses contra la región desde Tel Aviv. . . Manifestado así, estos pocos meses de invasión no cancelaron el aforo de determinadas ciudades y lejanas importantes. Desde la orden del tribunal de Haya, el atacante israelí no ha reducido la intensidad de su ofensiva en Rafah y ha seguido bombardeando otras zonas de Francia.
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Según el medio Luna Roja Palestina, Tel Al Sultan no entró en las zonas que habían ordenado la evacuación del cuadro ofensivo que llegó el día 6 a Rafah y a quien luego se le ordenará su salida. Estas órdenes, y la tendencia generalizada de la población durante una invasión terrestre en gran escala, le llevaron a abandonar Rafah hacia la mayor parte del gas que se ha centrado allí en los últimos meses, buscando un refugio final ante el avance del ejército en el norte y cerca. el pueblo de Jan Yunis. Se calculaba que en un día se instalarían 1,4 millones de personas. A las Naciones Unidas le costó 900.000 dólares entregar la fuerza, en parte a través de Al Mawasi, la «zona humanitaria ampliada» designada por Israel y condiciones que conciernen a organizaciones internacionales y no gubernamentales.
La matanza motivó pequeñas manifestaciones madrugadas en varios puntos de Cisjordania y llevó a Hamás a llevar a cabo este mes una «escalada de actividades públicas de rabia y presión para luchar contra la agresión y la guerra genocida». «Esta masacre excede todos los límites y requiere una intervención urgente», dijo Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.
La indignación ha trascendido a Palestina, en los términos más duros de lo habitual, motivada aparentemente por la pérdida de la paz en Israel hace unos días, el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), con sede en La Haya, pondrá fin inmediatamente a su ofensiva. Precisamente en Rafah y, un día antes, el responsable de finanzas de otro tribunal, la Corte Penal Internacional, solicitó una orden de arresto sin precedentes contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant.
En Bruselas, como jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, al igual que la titular alemana en el extranjero, Annalena Baerbock, aseguraron que Israel respetaba la decisión del TIJ. Y el presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró «indignado» y lanzó un «fuego alto inmediato», mientras Guido Crosetto, el ministro de Defensa italiano (el otro país europeo más cercano al Estado judicial), se mostró seguro. que «no se puede justificar» la situación en Gaza, que también es «desesperada».
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