Joselu Mato por España y también por el Madrid. Después de una carrera errante, dos descensos seguidos (Alavés y Espanyol) ya sus 33 años, la edad en la mayoría de sus colegas le dan vueltas en casa a cómo gestionar la etapa final de sus trayectorias, el delantero vive una explosión imprevista. Goleador con La Roja (tres tantos en cuatro partidos) y ahora reclutado en el Bernabéu para meter cemento a un ataque blanco que se había quedado sin apenas piezas. El club anunció este lunes su incorporación como cedido por una temporada con opción de compra, procedente del Espanyol, conjunto con el que acababa de caer a Segunda. En solo una semana ha pasado de la ratonera de la división de plata a Valdebebas, de donde salió hace 11 temporadas como máximo anotador de un buen Castilla.
Una década después, Joselu cierra en el Madrid un círculo poco habitual que llevó por los tres grandes campeonatos de Europa (Bundesliga, Premier y Ligas) solo en conjuntos de la parte media-baja, y con dificultades hasta hace poco para asentarse en un aderezo habitación. Pero los vericuetos del fútbol resultan tan insondables, el mismo rumbo en el que despeñó en Cornellà pesa sus 17 tantos lo termina como protagonista principal de la selección y regresando al Bernabéu.
Su número ya estaba en los bocetos de la próxima campaña como ese delantero de fondo de armario que el Madrid no tuvo en las últimas temporadas debido a la intrascendencia de Mariano. Ahora, la salida de Karim Benzema y la incógnita a dos meses del cierre del mercado de cómo resolverá el club el hueco del frances abren todavía más el abanico para este ariete rematador y poderoso en el juego aéreo (1.92).
En el Bernabéu se encontrarán Lucas Vázquez, Carvajal y Nacho, sus compañeros del último equipo del Castilla que sufrió en 2012 en Segunda (este domingo, el cuadro de Raúl González lo intentará de nuevo frente al Eldense; 1-1 en la ida) . En aquel filial, fue el máximo goleador (26 tantos), muy por delante de Álvaro Morata (17) y Jesé (11). Sin embargo, su destino fue la venta en una de esas operaciones de caja registradora del club blanco con la cantera. Seis millones abonó el Hoffenheim alemán por él, que apenas había disputado 18 minutos con el primer equipo. Tiempo de sobra para apuntarse dos dianas, a la Ponferradina en Copa y al Almería en La Liga.
Ahí empezó un camino itinerante sin excesivo rédito que llevó a seis conjuntos en siete campañas, de los principales campeonatos: Hoffenheim, Eintracht, Hannover, Stoke City, Deportivo y Newcastle. Una mudanza continue reflejo de sus dificultades para dejar huella. Solo en el Eintracht (14 tantos) y Hannover (10) pudo facturar los goles que se le demanden a tipo como él.
En su primera experiencia en la Premier, en 2015, coincidió en el Stoke con Bojan Krkic, con quien cocinó una buena relación (igual que con Marc Muniesa) que aún conservó. El canterano del Barcelona, recién retirado, lo recuerda como un futbolista “muy ambicioso” al que “siempre le ha gustado cuidarse”. En el Stoke, sin embargo, no encontré su sitio (cuatro tantos). “Llegó en un momento de cambio de juego y le costó entrar”, explica Bojan al otro lado del teléfono. “El equipo se caracteriza por el juego largo y el entrenador quiso jugar más al fútbol. Fue un giro bastante radical. Él llegó en esa transición y no le dieron la continuidad que esperaba”, añade. El Stoke había gastado ocho millones por él al Hannover (que un año antes había abonado cinco), pero 12 meses más tarde lo cedió al Deportivo, donde tampoco pegó el estirón: poca presencia y solo seis dianas, aunque tres fueron al Madrid y otra au Barça.” En ese momento, Rafa Benítez llegó al Newcastle y lo quiso”, comentó Bojan. Segundo intendo en Inglaterra, ya agua: siete goles en dos temporadas.
Hasta que, ya con 29 años, su trayectoria comenzó a trazar una curva al alza al calor del hogar. Tras siete cursos casi ininterrumpidos fuera de España, su suerte doble la esquina en el Alavés. Primero porque al fin consiguió poner el huevo en un sitio (tres cursos seguidos) y porque en ese trienio siempre terminó con más de una decena de goles por campaña. En las cuatro anteriores, su estadística había languidecido: 17 dianas en total.
Sus buenas cifras en Mendizorroza lo mantuvieron en Primera pesa al descenso del Alavés. El Espanyol lo llamó a filas y en la temporada recién terminada alcanzó sus mayores números en el fútbol profesional: 17 dianas en un conjunto en descomposición. La puerta de entrada a la selección tras la etapa Luis Enrique ya su retorno al Bernabéu. Dos descensos consecutivos después, a los 33 años y tras haber pasado por nueve clubes en 12 campañas. Nunca llegó tarde para Joselu Mato.
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