La Administración Biden pelea en el Congreso por no separar la ayuda militar de Israel y de la de Ucrania

La Administración Biden pelea en el Congreso por no separar la ayuda militar de Israel y de la de Ucrania

La guerra en EE.UU. por la financiación de las guerras en Israel y Ucrania ha comenzado. El martes, los máximos responsables de la diplomacia y del ejército del Gobierno de Joe Biden comparecieron ante una comisión del Senado para defender que el paquete multimillonario de ayuda militar que el presidente de EE.UU. ha solicitado para esos dos frentes debe ser aprobado de forma unitaria. Hace unos días, Biden presentó una propuesta de financiación de 105.000 millones de dólares, que incluye 61.000 millones para Ucrania y 14.000 millones para Israel, además de otras partidas para asistencia humanitaria en esos conflictos, refuerzo de la posición de EE.UU. frente a China en Asia y mejora de la seguridad en la frontera sur, queda ha batido récords de entrada de inmigrantes sin documentos.

La visita de Antony Blinken, secretario de Estado, y de Lloyd Austin, secretario de Defensa, a la colina del Capitolio se producía un día después de que el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dejara claro que no quiere que la ayuda militar a Israel, que goza de gran apoyo en ambos partidos, se impulse de manera independiente a la de Ucrania, cuyo apoyo popular y político ha perdido muchos enteros, en especial entre los republicanos.

Johnson se convirtió en ‘speaker’, presidente de la Cámara Baja, la semana pasada, después de una crisis de más tres semanas en la que los republicanos expulsaron a su anterior líder, Kevin McCarthy, y no eran capaces de acordar un sucesor. Uno de los motivos de la división está en el gasto -la razón por la que cayó McCarthy- y mantener el gripo de ayuda abierto a Ucrania es combatido con fiereza por una parte de la bancada republicana.

Johnson presentó una ley de gasto solo para Israel, que incluye los mismos 14.000 millones de dólares y que se financia con recortes a las operaciones de Hacienda. La propuesta no tendrá ningún recorrido en el Senado, no solo porque los demócratas tienen mayoría en la Cámara Alta, sino porque allí entre los republicanos hay menos oposición a financiar a Ucrania.

Ambiente de tensión

Blinken y Austin comparecieron ante el Comité de Apropiaciones del Senado, encargado de impulsar legislación de gasto, para justificar ante los legisladores la necesidad de un paquete integral de ayuda militar y sentar las bases de la discusión pública al respecto. Lo hicieron en un ambiente de tensión, de creciente deterioro de la posición de apoyo de la Administración Biden a Israel ante algunos sectores demócratas, en el mismo día en que se registraban cientos de muertos civiles en un ataque a un campo de refugiados en Gaza. Un grupo de manifestantes, con las manos pintadas de rojo, agitaron la comparecencia de los altos cargos de Biden con gritos y llamamientos al alto el fuego. Algunos, como una mujer que gritaba a los senadores «¡debería daros vergüenza!, ¡parad esta masacre brutal!», fueron expulsados de la sala.

«Tanto en Israel como en Ucrania, las democracias se enfrentan a enemigos implacables que buscan aniquilarlas. No dejaremos que Hamás o Putin ganen», dijo Austin. «Muchos están apostando de nuevo a que EE.UU. está demasiado desunido o despistado», añadió Blinken. «Eso es lo que nos jugamos con la petición adicional para seguridad nacional del presidente Biden».

«La realidad es que estos asuntos están conectados, y son todos urgentes», defendió la demócrata que preside esta comisión del Senado, Patty Murray. «Nuestros adversarios celebran la disfunción. Mostrémosles unidad».

Esa unidad es posible hasta cierto punto en el Senado. El líder de la minoría republicana allí, Mitch McConnell, ha mostrado su posición favorable a un paquete de ayuda que encare todos esos frentes, al igual que han hecho pesos pesados de su bancada, como Susan Collins, que defendió que «nuestros intereses de seguridad nacional están amenazados por todos estos actores autoritarios».

Blinken defendió el martes que el alto el fuego no es una opción ahora mismo porque es «consolidaría lo que Hamás ha conseguido hacer»

Pero será una historia diferente en la Cámara de Republicanos, donde la decisión inicial de Johnson de separar el paquete para Israel anticipa una guerra fenomenal para aprobar cualquier partida multimillonaria que incluya a Ucrania. Johnson, que se entrevistó con Blinken y Austin antes de su comparecencia, aseguró en una entrevista en Fox News que esperaba que el voto para su propuesta legislativa fuera mañana jueves.

Presión izquierdista

Pero Biden y sus aliados no solo tendrán el problema de convencer a suficientes republicanos. El bombardeo del martes en el campo de refugiados de Gaza solo intensificará las peticiones de el sector izquierdista de un alto el fuego inmediato y de redoblar la ayuda humanitaria a Gaza, no la militar a Israel (los 14.000 millones de dólares que ha pedido Biden multiplica por cuatro la partida de defensa anual para su gran socio en Oriente Medio).

Blinken defendió el martes que el alto el fuego no es una opción ahora mismo porque es «consolidaría lo que Hamás ha conseguido hacer», dijo sobre los ataques del grupo terrorista contra civiles en Israel del pasado 7 de octubre, «y les permitiría potencialmente repetirlo, y eso no es tolerable, ningún país lo toleraría».

El portavoz sobre seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, detalló el martes que durante las últimas 24 horas habían entrado en Gaza 66 camiones con ayuda humanitaria, el número más alto desde el comienzo de la guerra. «Es solo un goteo comparado con lo que es necesario», reconoció Kirby un día después de que veinticinco senadores demócratas firmaran un comunicado en el que exigían a Biden que llegue combustible, uno de los suministros más escasos, de manera inmediata a Gaza. Era una señal de la que creciente presión a Biden desde dentro de su partido para que haya más logros en el frente humanitario.

By Rocha Sousa

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