Joe Biden confirmó este miércoles la existencia de imágenes de la decapitación de niños por parte de los terroristas de Hamás, según aseguró el presidente de EE.UU. al final de su intervención ante una reunión en la Casa Blanca de líderes de la comunidad judía estadounidense.
«Es importante que los estadounidenses vean lo que está pasando. He estado en estas situaciones durante mucho tiempo. Realmente, nunca pensé que vería, y tendría confirmadas, las imágenes de terroristas decapitando a niños», dijo en el cierre de un discurso en el que reiteró el apoyo «inamovible» de EE.UU. a Israel.
En la víspera, una reportera del canal de noticias i24 había asegurado que soldados israelíes que habían recorrido las escenas del kibutz Kfar Azaleas, cerca de la frontera con Gaza, arrasado por los terroristas, y había visto «cuerpos de bebés con sus cabezas cortadas y familias asesinadas en sus camas».
Biden se conmovió al recordar cómo llevó a cada uno de sus dos hijos, cuando cumplieron 14 años, a Dachau, el campo de concentración nazi durante el Holocausto. «Quería que lo vieran», dijo elevando la voz. «Que no se podía decir que no se sabía qué estaba pasando».
Biden aseguró que los ataques de Hamás han sido un acto de «pura maldad», «una campaña de pura crueldad», y los calificó como «el día más mortífero para los judíos desde el Holocausto».
«El silencio es complicidad», dijo Biden, en una referencia velada a algunas reacciones neutrales desde ámbitos de la izquierda de EE.UU., incluidas universidades de prestigio. «Yo me niego a permanecer en silencio y sé que vosotros también», agregó ante el aplauso de los líderes judíos.
Como hizo en la víspera en un discurso ante la nación, insistió en que el Gobierno de Israel, liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, con quien Biden mantiene una relación cercana desde hace cuarenta años, tendrá todo el apoyo de EE.UU. para defender su país y su pueblo. «Pero también le dije algo importante. A pesar de toda la rabia y la frustración, tienen que operar bajo las leyes de la guerra».
El presidente de EE.UU. también se comprometió a hacer todo lo posible para devolver sanos y salvos a los estadounidenses que se encuentran secuestrados por Hamás y mostró esperanza en que el conflicto acabe de una forma positiva. «Creo que tenemos la posibilidad de acabar de esto en una forma que permita que no se vuelva a repetir», dijo.