Cuando llegue la jornada de reflexión, el próximo día 22, se celebrará un cara a cara sin apenas propuestas electorales, un debate a cuatro en el que solo estaban previstos tres -por las calabazas del PP- y uno a siete, el celebrado este jóvenes en RTVE, con los portavoces de Vox, EH Bildu y ERC, que han protagonizado la campaña de las generales y antes, la de las autonómicas, batiendo marcas de alusiones por parte de los dos candidatos con posibilidades de presidir el Gobierno: Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Los representantes de 320 de los 350 diputados del Congreso ingresaron al plató en mezcla para distribuir 125 minutos —en cuatro bloques temáticos— y 18 cámaras. Y con todo, el debate fue más ordenado e incluido muchas más propuestas que cuando el tiempo se dividía, cuatro días antes, entre dos.
Aitor Esteban, el Veterano Portavoz del PNV, —tres líderes del PP, dos del PSOE y otros tantos de Ciudadanos le contemplan—, abrió el bloqueo de la economía y el debate para criticar la ejecución de los fondos europeos. Tardó unos segundos en mencionar el cupo vasco. Algo menos de los que dejó pasar el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, para citar a Juan Carlos I: “Proponemos un impuesto a las grandes fortunas, incluso al rey emérito, que parece ser que va a volver, para que pague por haber robado supuestamente con una duración de 40 años”.
Tras unos primeros momentos en los que Patxi López, el portavoz socialista, y Cuca Gamarra, la del PP, intentaron una segunda visión del enfrentamiento entre Sánchez y Feijóo en Atresmedia, reprochándose peligrosamente «las mentiras» del lunes, el debate será recondujo hacia los bloques temáticos, mucho menos confusos que en el cara a cara. Gamarra e Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, fundieron varias ocasiones sus discursos al plantar intervenciones prácticamente idénticas en su análisis económico —más sombrío que el del restaurante de portavoces—; en la crítica a la ley del solo si es si y al abordar la okupación o la situación en Cataluña.
“La obsesión de Sánchez”, dijo el portavoz del PP, “no ha sido la política social, sino cómo pasar a la historia. Y pasará a la historia por la ley que ha beneficiado a violadores, pederastas y asesinos. Le importaba más la paz en el Consejo de Ministros que lo que les pasó a las mujeres». Espinosa de los Monteros también se dedicó a varias intervenciones en el ley del solo si es si y desplegó un cartel con la cifra de agresores beneficiados por la norma. A continuación, vinculó violaciones con inmigración, lo que le afearon varios portavoces.
El debate sobre el ley del solo si es si También ya ver los roces entre ERC y Sumar. Rufián dijo varias veces, subrayando que era el primero que lo hacía esa noche, que estaba «muy orgulloso» tanto de la norma como de la ministra Irene Montero, quien quedó fuera de las listas de la coalición liderada por Yolanda Díaz. La portavoz de Sumar, Aina Vidal, respondió: «Yo también» y criticó «el populismo punitivo» de Vox, que prometía sufrir las penas de los delitos más graves.
También coinciden el PP y Vox en señalar los pactos del Gobierno con Bildu y ERC. Rufián entra en Gamarra y Espinosa de los Monteros una de las revistas infantiles y en catalán cuya suscripción ha cancelado el Ayuntamiento de Burriana (Castellón), gobernado por los populares y Vox. Y a continuación dio otro regalo, este en palabras, a la oradora de los populares. Dirigiéndose al socialista Patxi López, dice: “La situación en Cataluña no es mejor, es diferente. Pero hemos conseguido cosas que ustedes no querían, que les obligamos a hacer, como sacar a la gente de la cárcel” [se refería a los indultos del procés]. “¿Ves?”, responde Gamarra mirando a López con una sonrisa de oreja a oreja: “Hay que reconocer que Rufián es sincero. Pidieron un precio para apoyarles en el Gobierno y ustedes lo pagaron”.
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El portavoz socialista refirió en todo momento a Gamarra y Espinosa de los Monteros como «la alianza de extrema derecha» y explotó, a su vez, los pactos de gobiernos bipartitos en Castilla y León, Extremadura y la Comunidad Valenciana. «El único terrorismo que falta por erradicar en este país es el machista y ustedes pactan con quienes lo niegan», dijo.
El portavoz de Vox, partido que, gracias al PP, gobierna en Extremadura, Castilla y León y la Comunidad Valenciana, hizo una apasionada crítica del diseño constitucional del Estado. “Diecisiete comunidades autónomas, 17 parlamentos regionales, 17 reinos de taifas”, dijo. Miembros de su partido ocuparon la presidencia de cuatro de esas asambleas regionales.
Esteban registró, en todo caso, que había «dos patatas calientes: la catalana y la euskalpatata” y critica al PP por “normalizar a la extrema derecha y meterlos en los gobiernos autonómicos”. “Han pasado una raya insumable. Nosotros, con Vox, nada de nada”. El portavoz del PNV también se dirige a Oskar Matute, de EH Bildu, por temor a que traten de situarles cerca del PP y la extrema derecha. “Ya está bien decir que hay un pacto entre PNV, PP y Vox. Ya está bien de mentira. Y dijo, sobre a quién apoyará como candidato a la presidencia: [a la investidura] que representó al PP con Vox. Si el de Sánchez se presenta, hablaremos, desde nuestro programa y con garantías, pero con los intereses de Euskadi por delante. Nosotros no somos muletas de nadie”.
También coincidirán el PP y Vox en las críticas a la ley de memoria democrática, defendida por el resto de portavoces. Y en los ataques a EH Bildu. Espinosa de los Monteros fue más allá e insinuó que Matute podía haber estado involucrado en atentados de ETA. “Yo estaba en la vigilia pidiendo la libertad de Miguel Ángel Blanco. ¿Dónde estabas tú?», la respuesta del representante de EH Bildu. López acusó a «la alianza de extrema derecha» de «sacar a pasear el fantasma del terrorismo» y registró que muchos socialistas habían se habían «jugado la vida» por defensor de la paz.
Los portavoces de los grupos que apoyan, con su abstención o voto a favor, la investidura de Sánchez y, algunas de las 200 leyes puestas en marcha por el Gobierno de coalición, también aprovecharon para airear viejas rencillas, agravios cocidos dure la legislatura, aunque todos compartieron, a lo largo del debate, su rechazo a la alianza entre el PP y Vox. López reprochó a ERC el voto en contra de la reforma laboral y Rufián y Matute lamentó que no habían llegado a un acuerdo para cambiar la ley mordaza.
La hablante de Sumar también trató de marcar distancias y un perfil propio con el socio de la coalición, el PSOE, y aseguró que sufrir la edad de júbilo a los 70 años es, para la marca de Yolanda Díaz, “una línea roja” . Vidal discutió la visibilidad del debate y casi todas sus intervenciones para exponer sus propuestas: dos millones de viviendas sociales, invirtiendo el 1% del PIB durante diez años, reducir la jornada laboral, un bono para las hipotecas, o la fijación de una cesta de compra básica, lo que el portavoz de Vox calificó de “cartilla de racionamiento”. Rufián plantó que terapia de salud mental ingresa al centro de salud pública y trabaja para luchar contra el suicidio juvenil. Other asuntos que apenas aparecieron en el cara a cara entre Sánchez y Feijóo, como el clima climatic climate, sí tuvieron hueco este jueves, cuando no se enfrentaron dos candidatos, sino dos bloqueados cada vez más definidos.
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