Al menos 13 migrantes fallecieron en el naufragio de una patera acaecido el pasado fin de semana frente a las costas marroquíes. Los desaparecidos eran originarios de Senegal. En concreto, de los alrededores de Dakar, según informó ayer a la AFP el alcalde de la localidad costera de Rufisque. El regidor de esta ciudad senegalesa, Omar Cissé, informó que en la embarcación viajaban 63 personas y que los sobrevivientes permanentes en la ciudad marroquí de Dajla tras el suceso. Seis de ellos, originarios de Rufisque, permanent en el hospital de Dajla, según Cissé, quien asegura estar trabajando con las autoridades locales para permitir su repatriación. La información sobre el suceso no ha sido confirmada por las autoridades marroquíes.
La ruta migratoria hacia Canarias ha experimentado una reactivación de la actividad en las últimas semanas de las costas del noroeste de África, pero la crisis política en Senegal ha hecho desaparecer la llegada de cayucos hacia las islas. La Fiscalía española ha denunciado ante los Juzgados de Las Palmas de Gran Canaria el naufragio de la lancha neumática que hundió al sur de la isla el 21 de junio, tras 10 horas esperando la de un barco de rescate. Aquel naufragio provocó 36 muertos y desaparecidos —una de ellas, una niña de unos cinco años—. El ministerio público consideró que se había cometido un delito de omisión del deber de socorro.
El presidente de Senegal, Macky Sall, hizo público un comunicado ayer en el que honra «la memoria de los fallecidos en los recientes naufragios». El mandatario senegalés también pidió al Gobierno «que intensifique los controles en los posibles puntos de salida de embarcaciones, pero también despliegue todos los sistemas de vigilancia, sensibilización y apoyo a los jóvenes para luchar contra la emigración ilegal».
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