https://www.iagua.es/sites/default/files/styles/thumbnail-830x455/public/agua-energia-y-alimentos-web.jpg?itok=QlinqeZw

El agua y su papel en la seguridad alimentaria

En Europa y Asia Central, aunque la situación de los alimentos ha avanzado notablemente en los últimos años, persisten retos importantes relacionados con el acceso y manejo del agua, un elemento esencial para asegurar la producción agrícola sostenible. Un reciente informe de la ONU subraya cómo el manejo del agua se ha tornado un factor crucial para mantener los sistemas alimentarios, pero, a pesar de los progresos, las zonas rurales y las áreas impactadas por el cambio climático continúan enfrentando desafíos significativos.

A pesar de que las tasas de hambre en estas regiones son más bajas en comparación con otras partes del mundo, la crisis del agua y la seguridad alimentaria están estrechamente vinculadas. Los países de Europa y Asia Central, aunque con niveles de subalimentación inferiores al 2,5%, enfrentan una creciente inseguridad alimentaria. En 2023, más de 107 millones de personas en estas regiones experimentaron algún grado de inseguridad alimentaria. La situación es aún más preocupante en zonas rurales y en países afectados por conflictos, como el caso de Ucrania.

El reporte muestra que más de 64 millones de individuos no tienen acceso a una dieta equilibrada, lo cual equivale al 6,9% de la población. A pesar de que este porcentaje es inferior al promedio mundial, continúa siendo una estadística alarmante. Asimismo, la obesidad en adultos impacta a más del 20% de la población, lo que indica una carga nutricional dual: por un lado, la falta de alimentos suficientes y, por otro, el sobrepeso.

El agua es un recurso vital tanto para la producción de alimentos como para la nutrición. Sin embargo, muchas áreas de Europa y Asia Central enfrentan una gestión deficiente del agua, lo que compromete tanto la producción agrícola como la salud de las comunidades. En las regiones con alto estrés hídrico, la demanda de agua para la producción agropecuaria, especialmente para productos de origen animal, es excesiva. Esto coloca una presión adicional sobre los recursos hídricos y agrava la escasez de agua potable, afectando a las comunidades rurales y de bajos ingresos que ya luchan por acceder a servicios básicos de agua y saneamiento.

El informe también resalta la necesidad urgente de adaptarse a las nuevas realidades climáticas, que aumentan la variabilidad en los recursos hídricos. Las sequías más frecuentes y los cambios en los patrones de precipitación impactan negativamente en la disponibilidad de agua y en la capacidad de los agricultores para mantener una producción estable. Además, la contaminación de los cuerpos de agua agrava aún más la situación, haciendo más difícil asegurar fuentes de agua de calidad para consumo humano y para la agricultura.

Con el fin de enfrentar estos desafíos, el informe sugiere a los gobiernos de la zona crear planes hídricos ajustados a las circunstancias climáticas y sociales de cada nación. Es esencial destinar recursos a infraestructuras sostenibles, especialmente en la protección, reciclado y reúso del agua. Además, se aconseja fortalecer la colaboración transfronteriza en el manejo de cuencas hidrográficas compartidas, lo cual es particularmente importante en regiones con recursos acuáticos escasos.

Asimismo, es esencial reducir la huella hídrica del sector agrícola, promoviendo cultivos que demanden menos agua y mejorando la eficiencia de la producción. La adopción de tecnologías más sostenibles y la implementación de prácticas agrícolas adaptadas al clima son medidas clave para reducir la presión sobre los recursos hídricos y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.

El informe concluye con un llamado a acelerar el camino hacia la erradicación del hambre en Europa y Asia Central, fortaleciendo la resiliencia de los sistemas alimentarios frente a la escasez de agua. Esto no solo implica mejorar la gestión del agua, sino también crear políticas públicas más eficaces que promuevan un uso más eficiente de los recursos hídricos, garanticen el acceso universal al agua potable y aseguren una producción de alimentos sostenible que pueda alimentar a una población en constante crecimiento.

By Rocha Sousa

You May Also Like

  • Cómo cuidar la integridad de los menores

  • Consumo de alcohol en menores: cifras preocupantes

  • Tecnologías inclusivas para mujeres con Conectadas

  • La misión de una empresa B